Muchas veces hemos oído y meditado estas famosas palabras de la epístola de san Pablo a los Corintios, denominadas el himno a la caridad que nunca quedan obsoletas: “La caridad es paciente; la caridad es servicial; no es envidiosa…; no busca su interés, no se irrita…; pone su alegría en la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Cor 13, 4-7).