El capítulo introductorio del trabajo de Mathilde Albisson, investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona, está claramente redactado al final de escribir este interesante estudio recopilatorio, pues no guarda relación con la investigación realizada, sino que constituye un fuerte alegato, lleno de ideología, animadversión e inquina contra la Iglesia Católica a la que achaca todos los males de la censura de los libros desde la antigüedad.