El bucle melancólico

Breve historia del sentimiento nacionalista vasco, desde Unamuno a Xavier Arzallus.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1997 Espasa
389
84-239-7761-7

Subtítulo: Historias de nacionalistas vascos.

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Supongo que resulta extemporáneo reseñar un libro publicado hace veinte años. Me disculpo ya que hay libros en mis estanterías que siempre he pensado que podrían incorporarse a cdl y no les había llegado el momento; entre otros los referidos al nacionalismo vasco.

"El bucle melancólico" es un trabajo de erudición centrado en el sentimiento melancólico como explicación de una opción política, el nacionalismo. Se denomina melancolía al dolor por una pérdida que no se estima irreversible y por cuya recuperación vale la pena luchar. El autor identifica ese sentimiento de pérdida de la identidad, de la lengua y de la patria como núcleo del nacionalismo vasco. Se trata de un sentimiento más que de una ideología, ya el nacionalismo como ideología admite multitud de matices, desde el fascismo nacionalista hasta el maoísmo aplicado a la lucha política; desde los hermanos Arana hasta ETA. Se habla de "bucle" porque es algo a lo que se vuelve una y otra vez, aunque sea desde distintos puntos de vista.

Juaristi repasa los autores que han utlizado el sentimiento de pérdida en sus escritos. Comienza con Unamuno en su poema sobre El cementerio de Biriatu, y a partir de ahí realiza un viaje por los escritores vasco-franceses y sobre todo españoles, que se han acercado al nacionalismo. Han sido muchos. El autor se remonta hasta el jesuíta guipuzcoano don Manuel de Larramendi (1690-1766), que fue confesor de doña Mariana de Ausburgo, viuda del rey Carlos II, y escribió sobre Guipuzcoa, sus fueros y el euskera. Este autor expuso la tesis "fuerista", según la cual existe un pacto bilateral de Guipuzcoa con la Corona española, que puede ser denunciado por la Provincia si el Rey no cumpliera con lo pactado.

Y es que -explica el autor- existen distintos nacionalismos, ya sea el fuerista citado, pero también el nacionalismo étnico o de pureza de sangre -los ocho apellidos vascos-, lingüístico, que englobaria a los eusko-parlantes en contraposición a los castellano-parlantes; político, que incorpora a todos aquellos que se han posicionado a favor del nacionalismo vasco sea cual sea su origen. Dentro del nacionalismo político podríamos distinguir el de raíz burguesa y el marxista o proletario, frecuentemente enemigos entre si. Hay un vasquismo mítico, que invoca la forma de vivir de los antiguos vascos, sus leyendas, héroes, batallas y dioses, y por último un vasquismo cultural, con una abundante producción poética, teatral e incluso se ha sugerido que existe una escultura propiamente vasca en Chillida o Ibarrola.

El autor aborda cuestiones tan espinosas como el vasquismo carlista o el españolismo vasco. Juaristi concluye que es falso el planteamiento de una invasión del País Vasco desde Castilla. Durante muchos siglos fueron vascos los que gobernaron el país sin tener ningún conflicto con la Corona. De hecho nunca hubo un Virrey en esa región, que sí tuvieron Navarra y Cataluña.

En conclusión, nos encontramos ante un libro bien estructurado, interesante para aquellos que gusten de la historia de las ideologías, o que quieran explorar en las raíces del nacionalismo.