El sabio de Occidente

El Padre Mateo Ricci, S.J., fue enviado a China como misionero en 1582. Hasta su muerte -28 años después-, desarrolló un profundo conocimiento y amor por el país, su cultura y sus gentes, alcanzando la distinción de ser llamado "Sabio" entre los más prominentes Mandarines de la Corte Imperial. Sirvió de enlace entre dos mundos recíprocamente desconocidos y difundió tanto la doctrina cristiana como los conocimientos tecnológicos y sabiduría filosófica del Renacimiento europeo, con tacto y simpatía.

El libro de Vincent Cronin se basa plenamente en fuentes originales e incluye las propias cartas e informes del Padre Ricci, enviados a sus amigos y superiores de Asia e Italia.

"Una apasionante biografía, magistralmente escrita que nos acerca a la determinación de un hombre que quiso llevar el cristianismo a China y a su Emperador".

Un libro fundamental para conocer la historia y la palpitante actualidad de la gran China. Perteneció a la segunda generación de pioneros jesuitas inspirados por Francisco Javier con la idea de convertir al lejano Oriente al cristianismo.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 Palabra. Madrid.
397
978-84-9061-964-3

Traducción de Almudena Ligero

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Imagen de pablo.debergia

Interesante libro, que al hilo de la vida del misionero jesuita italiano Mateo Ricci de final del siglo XVI y principios del XVII y el inicio de su misión en China, pone de manifiesto como una Fe sólida combinada con un dominio de la razón y unos conocimientos tecnológicos profundos y sabiduría filosófica del Renacimiento europeo, hacen posible la introducción pacífica y racional del cristianismo en una cultura ancestral y cerrada como la china y en sus gentes.

Todo ello, no obstante, hubiera sido imposible sin el aditivo del tesón, tacto, inteligencia, simpatía y gran vocación de este hombre de Dios.

Libro muy ameno y bien documentado usando cartas e informes originales del misionero a sus superiores y amigos, lleno de situaciones y sucesos de la política y sistema social chino y su cultura en la época. De fácil lectura, mantiene el interés del lector de principio a fin.

Imagen de amd

Biografía interesante y completa del jesuita italiano Matteo Ricci, misionero en China entre los siglos XVI y XVII. Matteo Ricci (Macerata, 1552 - Pekín, 1610) perteneció a la segunda generación de pioneros jesuitas que deseaban llevar el cristianismo al Lejano Oriente. Hombre de gran intuición y piedad, poseía una memoria prodigiosa y dominó varios idiomas, entre ellos el chino hablado y escrito con una gran perfección. Formado en el ámbito universitario en Roma, además de los estudios de Derecho, Teología y Filosofía, adquirió conocimientos y habilidades en matemáticas, cartografía y relojería, que le facilitaron su entrada en China y la relación con los mandarines de diversas regiones. En 1582 partió desde Roma hacia Oriente como misionero con poderes plenipotenciarios de su orden, y allí vivió hasta su muerte, acaecida 28 años después.

Gracias a sus profundos conocimientos y a su fama de sabio, consiguió adentrarse en la China continental invitado por diversos mandarines y letrados: primero, en Zhaoqing; luego, en Shaoguan y Nanking; y, tras 16 años de audacia y tesón, pudo llegar hasta Pekín y ser recibido incluso por el Emperador. Durante este largo recorrido, plagado de engaños, trampas, desdén y sinsabores, Ricci comprendió la gran dificultad de evangelizar allí, cuando todo lo exterior se consideraba “bárbaro” y sus habitantes creían que China era el país más grande y el centro del mundo (un mundo reducido y pequeño, según ellos, que apenas se extendía más allá de sus propias fronteras). Ricci se encontró con una civilización cerrada, lejana y autosuficiente que consideraba inútil todo lo extranjero, convencidos de que su nación era la más próspera y culta del mundo; un país que desconocía la cultura y la belleza de Occidente. Por otra parte, sus costumbres, su moral y los ritos legendarios, tan alejados del pensamiento occidental, constituían un serio problema para la acogida del cristianismo por parte de las diferentes clases sociales: “Ricci y Valignano fueron conscientes de que el cristianismo se enfrentaba por primera vez a una civilización más antigua que la grecorromana, y al menos tan majestuosa como esta, en que la religión no podría prevalecer por la mera fuerza, el número o la superioridad intelectual. Debían reconocer y tolerar lo mejor de esta civilización, introduciendo solo lo esencial de su mensaje: la teología y la revelación” (p. 279).

El autor de esta biografía es Vincent Cronin (1924-2011), historiador británico, considerado como uno de los mejores escritores de su generación. La obra fue publicada por primera vez en 1955, y el historiador utilizó como principales fuentes las propias crónicas de Ricci de su misión en China, sus cartas y las de sus acompañantes, los informes enviados a sus superiores y una breve semblanza de su contemporáneo Sabatino de Ursis.  Actualmente, esta sigue siendo una magnífica obra de referencia tanto para conocer la labor de evangelización de los misioneros y sus tremendas dificultades, como para acercarnos al pensamiento y a la cultura de China desde una perspectiva histórica diferente y emocionante.  

Imagen de JOL

El jesuita misionero Matteo Ricci es el Sabio de Occidente para los chinos que le conocieron al final del siglo XVI. Perteneció a la segunda generación de pioneros jesuitas inspirados por Francisco Javier con la idea de convertir al lejano Oriente al cristianismo, una tarea más difícil de lo que suponían. La cuestión principal fue si los chinos podían ser cristianos y conservar sus costumbres. Hoy sigue el problema agudizado por el marxismo en cuanto exportación de Occidente.