Algunas razones para creer

Diálogo sencillo y profundo donde se repasan las verdades fundamentales de la fe católica de la mano del autor de Leyendas negras de la Iglesia.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2000 Testimonio Planeta
320
9788408035367
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Imagen de Germán

Desde su experiencia personal de encuentro con la fe en la edad madura, los periodistas Vittorio Messori y Michele Brambilla mantienen un diálogo sobre Dios. Persuadidos de que la fe requiere también de la inteligencia, abordan las grandes preguntas que se han hecho los hombres de todos los tiempos: ¿para qué sirve creer?, ¿Dios puede ser Uno y Trino al mismo tiempo?, ¿es la Iglesia una institución sobrenatural aunque esté compuesta por seres humanos?, ¿por qué existe el mal en el mundo?, ¿está presente, tras los descubrimientos científicos, la huella de Dios?...
Con estilo ágil, salpicado de citas y anécdotas, pero también de pasajes evangélicos, los autores exponen algunas de las razones por las que el hombre contemporáneo tendría que plantearse la existencia y los requerimientos de un Dios que, por respeto a la libertad humana, se queda a menudo en la penumbra hasta ser encontrado. Queda claro desde el principio que el Dios que se busca no es el nebuloso e indiferente dios de los filósofos, sino Jesús, el Mesías nacido en el seno del pueblo judío y que vivió en un determinado momento histórico.
A lo largo de las páginas del libro, se recalca con numerosos ejemplos que la fe es el privilegio de los sencillos, pero también que la razón es un valioso instrumento en la búsqueda de Dios, tal y como puede comprobarse en los capítulos dedicados a las investigaciones científicas o a la observación de los fenómenos de la naturaleza. La lectura de esos capítulos puede hacer reflexionar sobre la pérdida de confianza en la razón, que ha dado como consecuencia un cierto auge del fideísmo. Frente a él, los autores se atreven a formular un intelligo ut credam, entiendo para creer, dejando a salvo el misterio y la imprescindible acción de la gracia.