La hija del tiempo

Las largas horas de convalecencia en un hospital pueden llegar a ser mortales para una mente despierta como la de Alan Grant, inspector de Scotland Yard. Pero sus días de tedio acaban cuando su amiga, la actriz Marta Hallard, le muestra una foto del retrato de Ricardo III y Grant queda fascinado por su enigmático rostro. Ayudado por Brent Carradine, un joven investigador americano, el inspector se zambulle con entusiasmo en la Inglaterra del siglo XV para desentrañar uno de los misterios más oscuros de la monarquía británica: ¿fue realmente Ricardo III el rey más despiadado de la historia de Inglaterra? ¿El carcelero y asesino, según los cronistas de la época Tudor, de sus dos sobrinos, herederos legítimos al trono? A pie de cama y entre púdines y flanes, los dos intrépidos detectives históricos recabarán información, textos y documentación de la época para demostrar que quizá la historia oficial estaba equivocada.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 Hoja de lata
272
978-84-16537-63-1

Traducción de Efrén del Valle

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Novela de investigación y misterio, de carácter histórico, sobre Ricardo III de Inglaterra (1452-1485). El célebre inspector Alan Grant de Scotland Yard (creado por la escritora inglesa Josephine Tey en 1929) está convaleciente en un hospital tras caerse durante una persecución: postrado en la cama, sus días son largos y aburridos. Ni la lectura de las novelas más modernas, ni  la conversación de sus amigos consiguen que supere el tedio y la monotonía. Hasta que su amiga Marta Hallard, una conocida actriz, le lleva una colección de fotografías de personajes cuya vida ha entrañado un misterio que todavía puede estar sin resolver. Así, el inspector Grant se queda impresionado con el retrato de Ricardo III y se plantea si una cara puede reflejar la enfermedad que se padece o sus más íntimos y profundos sentimientos. Ricardo III, que había pasado a la historia como un monstruo, un ser deforme capaz de asesinar a sus propios sobrinos, en el retrato aparece como un hombre atormentado: según el policía, el rey no estaría en el banquillo de los acusados, sino más bien en el estrado como un juez. ¿Cuál fue entonces su verdadera personalidad según lo que mostraba su rostro?

El inspector Grant, ayudado por el sargento Williams y por Carradine, un joven investigador americano que trabaja en el Museo Británico, decide esclarecer los hechos del pasado y, para ello, buscan documentos históricos conservados sobre el rey Ricardo, como La rosa de Raby (un relato sobre la vida de su madre), la biografía del rey redactada por Santo Tomás Moro, los escritos de Juan Morton (arzobispo de Canterbury), e incluso el drama compuesto por Shakespeare, porque siguiendo lo que dice un antiguo proverbio: “La verdad es la hija del tiempo” (frase que da título a la novela). De esta forma, en la trama destacan las estrategias de razonamiento y de indagación de los investigadores por las que la Asociación de Escritores de Novela Negra del Reino Unido declaró esta obra como “la Mejor Novela de Misterio” de  todos los tiempos en 1990.

Con muchos toques de humor y el dominio de una gran cantidad de datos y documentos históricos, la escritora inglesa Josephine Tey, seudónimo principal de Elizabeth Mackintosh (1896-1952), publicó esta novela en 1951. En ella, como en la mayoría de sus obras, pone de manifiesto su gran capacidad de análisis psicológico con respecto a sus personajes, así como la estructura abierta de sus tramas que suelen tener un final sorprendente. Como afirma la crítica, La hija del tiempo es “un auténtico prodigio narrativo en donde el protagonista reconstruye y resuelve el crimen más famoso de la historia de Inglaterra”.