Villalba. Club de lectoras

Escrito en 1943, lo compone dos novelas breves: Primer Incensario y Segundo Incensario. El título hace referencia al tiempo –breve- en que una porción de incienso se consume.

La autora se apoya en la alta sociedad china y en la clase social de los expatriados ingleses que viven en los años previos a la Guerra, en China.

El Primer Incensario es una historia materialista y sensual, lo protagoniza una joven estudiante en el Instituto de Hong Kong que, ante la necesidad de dinero, decide continuar sus estudios a espalda de sus padres, y no duda de presentarse a su tía, hermana de su padre, con la que su familia no tiene relación alguna desde que decidió ser la cuarta concubina de un señor mayor que ella, rico comerciante, ya fallecido. Y que está acostumbrada a un ambiente de lujo y de frivolidad, de seducción y adulaciones. Y que ahora calibra que puede ser ventajoso para ella tener a su joven sobrina acogida en su casa. Lo que parecía ser un camino de esperanza para poder seguir estudiando se convierte en ocasión de socializarse y mundanizarse, perdiendo la ocasión de mejora. De este modo la joven aprende rápido a desenvolverse en esa sociedad. Atrapada por la superficialidad que despliega su tía, Ge Weilong entra en una tela de araña de la que difícilmente podrá escapar.

El Segundo Incensario, es una breve narración de lo que  el amor desinformado puede llegar a producir; se centra en el ambiente universitario de Hong Kong en aquellos años, entre profesores ingleses que forman una clase social propia. Roger Empton, ya cuarentón, miembro respetado desde hacía tres lustros, va a casarse con Susie Mitchell, una joven compatriota, de veintiún años. Una confesión de la hermana mayor de Susie, divorciada, que vive también con su madre, viuda, y su hermana, tan solo unas horas antes de la boda a Susie y a Roger inquieta y enfada a éste, y provoca que Susie salga huyendo de su marido la misma noche de bodas, acusándole de pervertido.

Pronto el escándalo se extiende por todo el campus poniendo a Roger en una situación muy comprometida.

Con gran maestría, la autora cuenta dos historias que se inician con una situación  inocente, un desarrollo absurdo y un final dramático, reflejo de la sociedad a la que pertenece.

Ambas historias resultan inquietantes. Los personajes perfectamente perfilados, muestran personalidades complejas, entre la ingenuidad y la dureza, con un punto de perversidad dramática.

La autora emplea bien el lenguaje, habla con delicadeza del amor, a donde todo confluye. Unas relaciones cargadas de erotismo aplastado bajo capas de trivialidad, hipocresía, egoísmo y modos sociales favorecedores de relaciones superficiales.

Subyace una falta de trascendencia en las relaciones que, por tal motivo, se convierten en ocasiones en injustas, brutales, sensuales, violentas y faltas de esperanza. Hay una crítica sutil hacia la Iglesia (no se sabe bien si a la Católica), fruto del paganismo y superficialidad en el sentido religioso. La moral deja que desear. Vale la mentira para conseguir los fines (101), la joven es mal enseñada por su tía (97), se ignora el valor de la virtud de la castidad (88), hay mucha ignorancia, falta de formación  por parte de la familia Mitchell… Susie era psicológicamente, inmadura.

En fín, es un libro que se lee fácilmente. Pero en la primera lectura, se te puede quedar el escándalo de dos historias frustradas y dramáticas, sin sentido. Sin embargo, en una nueva lectura, y teniendo en cuenta a su autora y cuándo se escribió, se puede apreciar que ambas responden a cuestiones, también actuales, como ¿vale la pena vivir con quien sea con tal de conseguir tus objetivos? Ojo, porque puede que no los consigas si no es el lugar idóneo.

Y te replantea la necesidad de una buena formación afectivo sexual para la madurez, y sobretodo para el matrimonio.

Me parecen interesantes para ser leídos con personas con formación e inquietud en estos temas educativos.