En este libro, donde las plantas son las protagonistas, en complicidad con los niños lectores, se despiertan todos los sentidos.
Con estos versos, vamos a descubrir la fascinante fiesta de la vida que nos ofrece el mundo natural que nos rodea, ese que muchos no han tenido la oportunidad de conocer de cerca. De rama en rama es un poemario cargado de recuerdos y de memoria, es una invitación a recuperar todas esas sensaciones asociadas a la infancia que no queremos dejar olvidadas como algo ajeno a los niños y niñas "de ciudad".
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2020 | Valparaíso Ediciones |
112 |
978-8418082252 |
Ilustraciones de Ana Campos |
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Poemario infantil que es un
Poemario infantil que es un homenaje a la naturaleza, a las plantas, las hortalizas y las flores. Dividido en tres bloques de contenido, el primero, “en tierra seca”, ensalza las plantas del campo con una gran variedad de nombres y riqueza de vocabulario como la albardía, el algarrobo, la alzabara, el baladre y la retama. En la segunda parte, “junto a la acequia”, la autora se centra en las plantas próximas al agua, donde crecen las hortalizas: habas, calabaza, lechuga, coliflor, en una fiesta de colores, formas y verduras. Y para terminar, “sobre el mantel”, con su presencia permanente en nuestras comidas, encontramos hierbas del hogar como la albahaca, la menta, la hierba luisa, la manzanilla, el romero y muchas más.
La autora de los poemas es Carmen Quiles Cabrera (Zurgena, Almería, 1976), escritora y poeta, doctora en Filología Hispánica, con un Máster en Promoción del Libro y la LIJ por la Universidad de Castilla-La Mancha. En esta ocasión, con preciosas imágenes poéticas y rimas llenas de emoción, nos acerca a algunas especies vegetales de forma sorprendente y mágica. Y así, la coliflor bien hervida “¡parece espuma de rosas!” y las acelgas son “tallos de nácar, hojas de selva”. Y, al mismo tiempo, con una gran belleza, nos habla de sueños, de amistad, de amor y familia. La obra se completa con las preciosas ilustraciones de Ana Campos, en acuarela y pastel, con tonos suaves y hermosos dibujos, que aportan alegría, calidez y ternura a los textos. Como afirma la autora, esta obra está dedicada “a mis mayores, los que están y los que se fueron, por enseñarme a amar tanto la tierra en que nací”. Así pues, una obra muy recomendable para leer y comentar en familia, para declamar y jugar con sus versos, que nos acerca a la tierra, al folclore, a la vida en el campo y a la alegría de la infancia. Ana María Díaz Barranco