El profesor François-Xavier Bellamy (París, 1985), ha redactado un magnífico ensayo sobre el tiempo, sobre su escalada, velocidad, perpetuidad y eternidad, que concluye de modo magistral con esta afirmación: “sin lugar a duda la literatura puede dar testimonio de lo que nuestros esfuerzos humanos desean alcanzar: no el cambio continuo, sino una vida salvada y para siempre” (199).