En los tiempos que corren probablemente uno de los conceptos más difíciles de explicar es el de matrimonio. Parece una tontería, parece una obviedad, pero hablando con los jóvenes, no solo críos de bachillerato o apuestos universitarios, es fácil darse cuenta de que no se entiende, casi nunca, el porqué de una unión indisoluble. Hay que explicar muchas cosas, hasta el punto de que uno puede darse por vencido cuando en una reunión de amigos o de colegas intenta dar unas cuantas ideas sobre el tema. No se entiende. Hay demasiado egoísmo en el ambiente como para entender el amor.