Recientemente, mientras visitaba el magnífico claustro del monasterio barcelonés de Pedralbes, me llamó la atención el comentario de un profesor a los que lo acompañábamos. "Actualmente, nos fijamos sobre todo en el cómo y acudimos a la ciencia, pero en la Edad Media les importaban más el por qué y el para qué", vino a decir, y siguió con una muy interesante explicación sobre el gótico catalán, la historia del monasterio, las costumbres de la época, y prestó especial atención a la llamada capilla de San Miguel, recientemente restaurada, y a explicarnos los frescos de Jaume Ferrer Bassa (¿1285?-1348), que algunos llaman "el Giotto catalán", salvando las distancias, puesto que el florentino ha sido probablemente uno de los más importantes pintores de la historia.