En una reunión de formación de matrimonios, según me han contado, el ponente le preguntó a una de las participantes: “¿Tu marido te hace feliz?”, a lo que ella contestó con mucha decisión: “No”, con gran sorpresa del marido allí presente y suponemos que también del resto de los participantes. Pero explicó que ella era feliz, que era feliz antes de casarse y lo sería siempre. O algo por el estilo. No tengo más datos de si dijo que era feliz por su vida cristiana o porque vivía muy bien o por otras cosas.