Sorprende comprobar la cantidad de hombres (pocas mujeres) que viven dominados por el futbol. Personas importantes, con un cargo influyente, con un trabajo absorbente, a veces con demasiadas horas de dedicación. Hombres con una familia bien nutrida, que requiere dedicación, pero que cuando llega el partido de futbol de su equipo no están para nadie. Les absorbe en su totalidad, se olvidan de que tienen asuntos pendientes con los hijos, que deben llamar a un amigo para un asunto importante, que tiene asuntos que solucionar…