El profesor Valdecantos, partiendo de la noción de ciudad y de ciudadano, elabora una completa teoría de la evolución entre ciudadano y súbdito que vale la pena leer y tener en cuenta. La síntesis de la cuestión queda presentada ya en la introducción, aunque después sea objeto de ulteriores matizaciones: "No somos ciudadanos ni lo seremos nunca. La noción de ciudadanía -tan querida y hasta venerada por la mayor parte de las ideologías y visiones del mundo disponibles- es un obstáculo para comprender la naturaleza de la política y, en particular, el aspecto que hoy presentan las relaciones de poder, dominación y sometimiento" (12).