Hace pocos días, me acerqué a Toro con unos amigos para visitar la exposición de la serie de "Las Edades del Hombre", que se puede contemplar en la Colegiata de Santa María la Mayor, del siglo XII, y en la iglesia mudéjar –aunque sometida a bastantes reformas posteriores– del Santo Sepulcro en la misma villa zamorana. Con las lluvias, que han sido tan abundantes esta primavera, el campo castellano se mostraba exuberante y anunciaba una cosecha muy granada; incluso el amarillo chillón de las retamas embellecía a trechos los flancos y la mediana de la autovía. Solo por admirar la portada occidental de la colegiata ya mereció la pena la excursión, pero hay mucho más que ver.