El pasado día 23, para conmemorar el cuarto centenario del fallecimiento de Cervantes, en mi casa decidimos aprovechar la sobremesa del sábado para leer algunos fragmentos del Quijote. Realmente, nunca defrauda. Elegimos el discurso a los cabreros –uno de los textos en prosa más bellos de la literatura española, junto quizá con la introducción a Los nombres de Cristo de fray Luis de León– y parte de las recomendaciones de don Quijote a Sancho Panza, antes de que este tomara posesión del gobierno de la ínsula Barataria, que todos los políticos y gobernantes en general deberían leer, especialmente en las circunstancias actuales de incertidumbre y de peleas por alcanzar el poder.