Hace unos días en un encuentro con jóvenes de Aluche y otras localidades del sur de Madrid me preguntaban sobre qué les diría hoy san Josemaría a los jóvenes, es decir, a los jóvenes del siglo XXI. La respuesta brotó enseguida: merece la pena estar en relación personal con san Josemaría porque su mensaje sigue siendo actual, pues se trata del santo de lo ordinario como le denominó san Juan Pablo II. Es decir, puede ser un maestro que les enseñe un camino para ser felices en esta vida y en la otra.