He leído recientemente en Aceprensa que, en Holanda, algunos partidos quieren promover una ley que permita que, a partir de los setenta y cinco años, se dispense, a todo el que lo desee, la llamada píldora letal. Ya no se trata de aplicar la eutanasia a personas gravemente enfermas, sino a todo el que considere que ya ha vivido suficientes años. Pero hay más, pues a algunos parlamentarios les parece poco y quieren que se permita aplicar esta deletérea ley a partir de los cincuenta y cinco años.