Esquilo

Los clásicos casi siempre nos sorprenden, quizá por esto han llegado a tal privilegiada posición. He leído recientemente Los persas –una de las siete tragedias de Esquilo (525-455 a. C.) que se han conservado–, en la excelente edición y versión de José Alsina Clota para la colección Letras Universales de Cátedra (10.ª ed. 2005). Al terminar la lectura, he pensado que se podía haber escrito hoy, a pesar de que han transcurrido veinticinco siglos.

Encarnación

En estos días del llamado adviento comercial, mientras ponemos rumbo directo para celebrar la navidad, la encarnación del hijo de Dios, es buena ocasión para volver a recordar las palabras de san Pablo a los romanos cuando les decía “Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora” (Rom 8,22). En efecto, el deseo es imperioso para que todos los hombres se preparen para acoger al redentor en su corazón llena el alma del cristiano.

Alegría en Navidad

Parece que todos estamos de acuerdo en que el hombre quiere ser feliz. Es algo que todos buscamos. Pero además nos gustaría estar alegres. ¿Ah, pero no es lo mismo? La única felicidad auténtica y consistente es la del cielo. Y aquí en la tierra somos más o menos felices en la medida en que estamos en el buen camino. Y puede haber quien esté ciertamente descaminado, sin una idea clara de qué sea la felicidad, pero que tenga momentos de alegría. Incluso puede ocurrir que haya quien esté en el camino de la felicidad, con la paz que eso aporta, y que tenga tristezas que le producen desgracias familiares, problemas económicos serios, etc.

La decadencia

Una de las claves más interesantes en el estudio de la amplia literatura patrística que se conserva es el tratamiento del extendido problema de la decadencia, pues el mundo antiguo estaba acostumbrado a proyectar la tendencia humana a la decadencia y a la muerte, a las demás esferas de la vida humana y, por tanto, las creía ver realizadas en las vueltas y ciclos de las civilizaciones. Es lógico, por tanto, que en la obra clásica del cardenal francés Henri de Lubac, sobre la Iglesia, recientemente reeditada por ediciones Encuentro, nuestro autor vuelva sobre el pesimismo clásico y la teoría del mundo cíclico.

Teología del cuerpo

En los tiempos que corren probablemente uno de los conceptos más difíciles de explicar es el de matrimonio. Parece una tontería, parece una obviedad, pero hablando con los jóvenes, no solo críos de bachillerato o apuestos universitarios, es fácil darse cuenta de que no se entiende, casi nunca, el porqué de una unión indisoluble. Hay que explicar muchas cosas, hasta el punto de que uno puede darse por vencido cuando en una reunión de amigos o de colegas intenta dar unas cuantas ideas sobre el tema. No se entiende. Hay demasiado egoísmo en el ambiente como para entender el amor.

Pedagogía divina

Una de las aportaciones más interesantes del famoso pensador Maimónides en su conocida obra, Guía de perplejos”, tiene lugar cuando realiza un esfuerzo para expresar el camino que él cree intuitivamente haber descubierto por el que Yahvé Dios logró que el pueblo judío dejara de ser idolatra para dejar de adorar a los dioses de barro como los pueblos ignorantes.

La maduración de la verdad

Una de las primeras herejías del cristianismo fue la herejía gnóstica que pretendía descaradamente reducir la verdadera Iglesia fundada por Jesucristo y abierta a todos los hombres del mundo entero en una pequeña elite de escogidos y deshacerse de la chusma, del pueblo.

La Iglesia y la salvación

En la obra clásica del cardenal francés Henri de Lubac, sobre la Iglesia, recientemente reeditada por ediciones Encuentro, se muestra un completo dominio de la doctrina de los padres de la Iglesia y, por tanto, una guía para saber encontrar en ellos, la savia nueva del quehacer teológico.

Fe y vida de fe

Hace unos años uno de los grandes teólogos actuales, el profesor de la Universidad de San Dámaso de Madrid, Granados, decía en una de sus obras que "la vida brota del corazón de Jesús y termina en el abrazo de Dios Padre" (212).

La economía de la gracia de Dios

En esta interesante reedición de uno de los libros más importantes (1983) del célebre teólogo francés, el cardenal Henri De Lubac (1896-1991), miembro de la Comisión Teológica Internacional, hay muchos e importantes asuntos que se podrían destacar, para retener, comprender y releer.

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