Hay que reconocer que la teología moral debería haber ser sido escrita en francés, tanto por la musicalidad, como por la abundancia de matices y sugerentes metáforas que emplea. De hecho, el profesor Michel Ferrandi, en el último fascículo publicado en la Revista “Nova et Vetera”, la revista de los dominicos de la universidad de Friburgo, comienza su disertación sobre “amor y felicidad” con una distinción básica y elemental, para luego ascender musical paulatinamente hacía las alturas de la contemplación.