El cisma de oriente, como el cisma de occidente u otros diversos cismas que se han producido a lo largo de la historia se deben a problemas de desconfianza. De hecho, en la figura jurídica del cisma tal y como queda reflejada en el Código de Derecho Canónico, no se niega dogmáticamente ninguna verdad revelada, incluso la del poder magisterial del Romano Pontífice, sino que se establece una relación de desconfianza con él.